Escritos


Salmo de alabanza y agradecimiento

I

Tú mi Dios, que en tu trono alto y sublime estás,

El primero y el último, no serás sustituido jamás.

Rey de reyes, Todo Poderoso, Señor de señores

El que tiene las llaves de la muerte y el hades.

Creador de animales, montañas, flores y mares.

 

II

En tu sitial de gloria en la grandeza de tu majestad;

Todo es hermoso, perfecto, sublime en la inmensidad.

Seres celestes con cánticos angelicales te rinden loor.

En aquel lugar no hay odio, maldad, ni llanto ni dolor,

Feliz allí has reservado un lugar para mi ser tan pecador.

 

III

Dios, dije en mi dolor: mañana no te he de alabar

Ya que mis ojos probablemente no se abrirán.

Pero, Señor de una cosa segura yo quiero estar:

tu rostro ser lo primero que vea al despertar,

Y junto a mis amados por la eternidad a Ti adorar.

 

IV

En lo alto de tu grandeza tu rostro a mí se inclinó,

Tu corazón lleno de amor enternecido mi ser fortaleció.

Susurro ligero de paz a mi oído llegó el cual me estremeció:

Hijita, como mis pensamientos no son tus pensamientos;

enmudece, espera en Jehová y serás como el sarmiento.

 

V

Tú a mí clamaste, me suplicaste. Escuché tu petición,

te hice subir del seol, para que soples como el aquilón.

Sí cristiana te quieres llamar, mi carácter debes reflejar;

vivir mi palabra, ser mi cierva fiel; así a muchos atraer.

arrebatados del mal serán y juntos entonarán canción.

 

VI

Gracias Padre amado por haberme recuperado,

soy un pequeño tizón del incendio arrebatado.

Perdonaste mi maldad, como ave me haces volar,

Junto a mi ángel guardián almas quiero salvar,

con ellos por la eternidad Tu rostro siempre mirar.


Autor: Damaris Montoya Ospina. 

Fecha: Agosto 23 de 2018

Lugar: C.León XII, Medellín (Colombia)

 

En las angustias de mi padecimiento. (Epa.B)


Palabras desconocidas:

 

Aquilón: viento frío del norte

Hades: Región de los muertos en pecado

Sarmiento: Injerto de la Vid (Jesús) que se alimenta de su savia

Sitial: trono 

Seol: sepultura